Animados por encontrar puntos de acuerdo hemos avanzado con el proceso de la mesa de diálogo en la parroquia San Antonio de Padua, Escazú; inspirados en las palabras del papa Francisco en Fratelli Tutti 87: “Un ser humano está hecho de tal manera que no se realiza, no se desarrolla ni puede encontrar su plenitud «si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás». Ni siquiera llega a reconocer a fondo su propia verdad si no es en el encuentro con los otros: «Sólo me comunico realmente conmigo mismo en la medida en que me comunico con el otro». Esto explica por qué nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a quienes amar. Aquí hay un secreto de la verdadera existencia humana, porque «la vida subsiste donde hay vínculo, comunión, fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y lazos de fidelidad”; hemos fortalecido los vínculos y buscado necesidades y problemas de la comunidad como parte del esfuerzo por realizar un diagnóstico comunitario.
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